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¿Sabías que las enfermedades cardiovasculares se han multiplicado en los últimos años?

Principalmente, debido al aumento de la obesidad en la población, incluyendo los jóvenes.

Las grasas (lípidos), como el colesterol y los triglicéridos, están directamente relacionados con el sobrepeso y nuestra salud. Estos, influyen en la cantidad de sangre que bombea nuestro corazón para oxigenarla.

La hipertensión, la diabetes tipo 2, las enfermedades renales, incluso cánceres específicos, se pueden prevenir. Un control analítico de estos parámetros, es fundamental para corregir los excesos y cuidar nuestra salud.

Aterosclerosis vs. ictus:

La aterosclerosis, es una de las patologías cardiovasculares más extendidas. Está estrechamente ligada a cómo nuestro organismo asimila las grasas (lípidos). Un mal metabolismo, puede contribuir a que se formen placas de grasas oxidadas con calcio. Esto hace que se adhieran a las paredes de los vasos sanguíneos, perdiendo su flexibilidad y su capacidad de bombear la sangre. Si la arteria se colapsara y/o se rompiese, provocaría un infarto de miocardio, o un accidente cerebrovascular (ictus).

El ictus, en concreto, se da, cuando el flujo de sangre se interrumpe o se reduce, en una parte del cerebro, evitando que el tejido cerebral reciba oxígeno y los nutrientes esenciales.

Riesgo de accidente cardiovascular:

Con un sencillo y económico análisis del Perfil Lipídico, puedes conocer el balance en sangre, entre el colesterol bueno (HDL), los dos tipos de colesterol malo (LDL y VLDL) y los triglicéridos. Los resultados, nos ayudarán a saber nuestro nivel de riesgo de accidente cardiovascular, conocido como: índices de aterogenicidad.

Se dice que el HDL es el colesterol bueno, porque va unido a proteínas. Esto favorece que se dirijan al hígado y se elimine la grasa, evitando que se acumule en las venas. Por el contrario, el LDL y el VLDL, son de baja y muy baja densidad, lo que provoca que se aglomeren y obstruyan las arterias. Por último, los triglicéridos, almacenan calorías que no utilizamos, proporcionando energía al cuerpo, imprescindibles para la salud de las membranas celulares.

Curiosidades:

Estudios sostienen que, una dieta intermitente, mejora el perfil lipídico y el metabolismo, fomentando la pérdida de peso, reduciendo la oxidación de las células y, por consiguiente, disminuye el riesgo de accidente cardiovascular y favorece la longevidad.

Recuerda que cualquier régimen, debe ser supervisado por un médico y/o nutricionista.

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