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“Súper-gonorrea” resistente a los antibióticos

Nuevas cepas de la gonorrea se hacen resistentes a los antibióticos, algo muy preocupante, ya que impide prevenir sus secuelas, como por ejemplo la infertilidad.

La Organización Mundial de la salud, advierte que se está expandiendo por diferentes países. Esta enfermedad de transmisión sexual, es de las más comunes del mundo y es la segunda patología, de declaración obligatoria más frecuente en EE.UU.

La clave de la resistencia de esta bacteria, es que intercambia mucho material genético con otras bacterias de su especie y entorno. Los cambios son al azar, pero sólo se estabilizan en su ADN aquellos que son una ventaja evolutiva para las bacterias, haciéndose resistente a los antibióticos. Lo que la diferencia de la sífilis, que se trata desde siempre con penicilina y la gonorrea se escapa cada pocos años a su tratamiento. Ante la potencia de la bacteria y sin la ayuda de los fármacos, la única solución posible sería la detección temprana. Como veis, gonorrea y sífilis tienen sus diferencias. 

Diagnóstico y síntomas de la gonorrea:

La gonorrea se diagnostica por sus síntomas: secreciones, dolor al orinar y en las gónadas o el bajo abdomen. A veces, aparece sin síntomas, por lo que es más difícil de diagnosticar.

Cuando la gonorrea no se trata, puede ocasionar graves problemas de salud.

En mujeres, puede causar la enfermedad inflamatoria pélvica y complicarse con lesiones en las trompas de Falopio, producir infertilidad o, aumentar el riesgo de un embarazo ectópico.

Las embarazadas pueden transmitirla al bebé, provocarle ceguera, infección en las articulaciones e incluso la muerte.

En hombres, puede provocar epididimitis, una afección dolorosa de los conductos de los testículos, que, si no se trata, puede provocar infertilidad.

Además, las personas con gonorrea pueden infectarse más fácilmente con el VIH por el impacto que produce en nuestro sistema inmune.

Prevención:

Es muy importante tener en cuenta que, además de la protección, se debe realizar un seguimiento a los enfermos para asegurar la curación, para asegurarse de que no esté en una fase asintomática y evitar automedicarse, ya que esto es la fuente de la mayoría de las resistencias.

Tratamiento:

El tratamiento de la infección es con cefalosporinas (antibiótico) de tercera generación, las cuales tienen un mecanismo de acción parecido al de la penicilina, actuando sobre la pared celular de las bacterias e interfiriendo con la síntesis del peptidoglicano.

Sin embargo, las mutaciones genéticas que generan resistencia, pueden transferirse de unas bacterias a otras, provocando que la resistencia se extienda por el planeta con cierta facilidad, por lo que los científicos anticipan que la aparición y extensión de cepas de gonococo resistentes a las cefalosporinas es cuestión de muy poco tiempo.

El avance de la Sífilis

En España, la sífilis, se ha convertido en una enfermedad de declaración obligatoria individualiza. Se ha observado un incremento mundial, con mayor incidencia en el grupo de hombres homosexuales. La OMS estima que, al año, el número de infectados es de 12 millones de personas en el mundo.

La sífilis es una enfermedad sistémica, de evolución crónica, con periodos sintomáticos generalmente cortos, separados por ciclos de latencia de duración variable.

Está enfermedad venérea, es causada por una bacteria, (Treponema pallidum), que se transmite por vía sexual y materno-fetal y afecta únicamente al ser humano.

Sin tratamiento, la infección progresa en distintas fases, terminando en complicaciones irreversibles neurológicas y cardiovasculares.

 

Clasificación:

Diferenciamos entre sífilis precoz (primaria, secundaria y latente de menos de un año), que es infecciosa, de la sífilis tardía (latente de más de un año y terciaria), en la que el paciente no es contagioso.

Riesgos:

El aumento de los casos de sífilis en la última década se asocia a diferentes factores de riesgo como son: un mayor número de contactos realizados por Internet, consumo de fármacos y, sobre todo, mantener relaciones sexuales desprotegidas. Dichos factores están interrelacionados entre sí.

Un ejemplo de esa interrelación, es el fenómeno social actual que se da mayoritariamente, entre la población homosexual, el “chemsex”: uso intencionado de fármacos, para tener relaciones sexuales por un período largo, para tener sexo en grupo. Aquí, las nuevas tecnologías de información y comunicación, desempeñan un papel importante. Todos estos factores, (sexo anal desprotegido, consumo indiscriminado de medicamentos) se han asociado a un mayor número de contactos y a adquisición de infecciones de transmisión sexual, (ITS).

Otro factor de riesgo es el ser VIH positivo, ya que se corre mayor riesgo de padecer sífilis. Paradójicamente, el uso del tratamiento antirretroviral, se ha descrito como posible causa del incremento de las conductas de riesgo, por la disminución de percepción de peligro, de transmisión o adquisición del VIH con cargas virales indetectables, provocando un menor uso del preservativo y, en consecuencia, un aumento de casos de ITS.

 

Concienciación:

La educación y el asesoramiento pueden mejorar la capacidad para reconocer los síntomas de las ITS, como la gonorrea y sífilis, aumentando las probabilidades de que se solicite atención. También se deberían reforzar los servicios de detección y tratamientos de las ITS.

Los grupos con tasas más altas de ITS son: los trabajadores sexuales, los hombres homosexuales, los consumidores de drogas inyectables, los presos, las poblaciones nómadas y los adolescentes. Muchos de ellos, carecen de acceso a servicios de salud apropiados y adaptados a ellos.

Si necesita más información, puede consultar nuestra página de Laboratorio de Microbiología Clínica donde te explicamos los análisis de enfermedades de transmisión sexual de los que disponemos. Además, si tienes alguna duda, estaremos encantados de atenderte a través de nuestra página de contacto.

Muchas gracias por leernos, ojalá te hayamos aportado un poco de conocimiento sobre la gonorrea y sífilis.