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¿Sabías que la flora intestinal, afecta directamente a nuestro estado de salud, incluyendo la fertilidad, el cáncer y el sistema nervioso, creando estados de ansiedad, nerviosismo, estrés y depresión?

En nuestro organismo existen más de 100 millones de bacterias, de 300 especies distintas. La mayoría se encuentran en el tracto intestinal, (microbiota), aunque podemos encontrarlas además en: la boca, la piel y la vagina.

Estas bacterias, son indispensables para nuestra salud, ya que son las responsables de que nuestro organismo funcione correctamente. Una microbiota equilibrada, es fundamental para una buena digestión y absorción de los nutrientes. Por este motivo, una disbiosis intestinal, es decir, un desequilibrio de dichos microorganismos en la flora intestinal, afecta directamente a nuestro estado de salud, incluyendo la fertilidad, el cáncer y el sistema nervioso, creando estados de ansiedad, nerviosismo, estrés y depresión.

Síntomas:

Al igual que las personas son diferentes unas de otras, la microbiota de cada uno es distinta, manifestándose así, de diversas maneras.

Los síntomas más comunes son:

· Digestiones pesadas

· Diarrea y estreñemiento

· Hinchazón abdominal

· Mala absorción de nutrientes

· Obesidad, (acumulación de grasa)

· Tendencia a alergias alimentarias

· Ansiedad

· Migrañas

· Cansancio o debilidad física

· Trastornos genitales y de la menstruación

· Trastornos de la piel, (acné, eccemas y picor continuo)

· Resistencia a la insulina (relacionada con la diabetes gestacional)

Infertilidad:

En el caso de la mujer, hay que añadir, que la disbiosis intestinal, también puede conllevar a la infertilidad, ya que, algunas bacterias al multiplicarse, se convierten en dañinas y al eliminarlas por el recto, pueden pasar a la vagina, provocando un desequilibrio de la flora vaginal. Esta alteración de la microbiota de la vagina, podría desencadenar, por ejemplo, un síndrome de ovario poliquístico, (SOP).

Destacar, que la microbiota intestinal, es indispensable para el metabolismo de los estrógenos, (hormonas femeninas).

Un nivel elevado de estrógenos, puede afectar a la fertilidad, provocar cáncer o, endometriosis. Al igual que un nivel bajo de dichas hormonas, puede producir obesidad o, enfermedades cardiovasculares.

En los hombres, el desequilibrio en la microbiótica, puede manifestarse disminuyendo la creación de hormonas relacionadas con la fertilidad, (testosterona). Reduciendo la posibilidad de reproducirse.

Cáncer:

Desde hace años, se está estudiando la correlación existente entre la microbiota y el cáncer. Una flora intestinal saludable, puede ayudar a combatir tumores y favorecer la inmunoterapia.

Por el contrario, el uso de antibióticos, reduce la probabilidad de supervivencia, porque eliminan tanto las bacterias buenas, como las malas.

Es de vital importancia destacar, que las bacterias intestinales modulan la inmunidad sistémica y antitumoral.

A pesar de todo, queda mucho por descubrir…

Cerebro:

Nuestra flora intestinal está directamente relacionada con el cerebro e influye en diversas enfermedades mentales, como: los trastornos del neurodesarrollo, el autismo, el Alzheimer y la esquizofrenia.

Diversos estudios, exponen cómo afecta la variación de la microbiota intestinal, en la fisiología, incluyendo la obesidad, la función cerebral y el comportamiento.

A pesar de que estos trabajos de investigación, todavía están en sus fases iniciales, ya han recopilado diversas evidencias, de la importancia y la correlación en el eje microbiota-intestino-cerebro. Tanto es así, que ya existen laboratorios que han patentado distintos tipos de bacterias presentes en el intestino de individuos sanos, para usarlos como prevención y tratamientos para los trastornos de estado del ánimo, (como la depresión y la ansiedad).

La comunicación bidireccional entre el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso central, (SNC), representa una compleja red de comunicación entre el intestino, la microbiota intestinal y el cerebro, regulando así el sistema inmunológico, el tracto gastrointestinal y las funciones del SNC.

Las perturbaciones en esta delicada relación sinérgica, pueden tener serias consecuencias y potenciar trastornos cerebrales, digestivos y metabólicos.

El déficit de atención hiperactivo, aparece de los 5 a los 15 años de edad; el autismo de los 3 a los 10 años y la esquizofrenia de los 15 a los 20 años de edad. Así, alteraciones de la microbiota y su conexión con el cerebro, (en estos períodos críticos), tienen el potencial de afectar a la salud del individuo durante toda la vida, aumentando el riesgo de la aparición de enfermedades mentales.

Causas:

Es difícil identificar una causa específica de la disbiosis intestinal, sin embargo, hay factores que tienen mayor probabilidad de provocarla y agravarla:

· Tomar habitualmente: antibióticos, protectores de estómago, hormonas o, anticonceptivos orales

· La obesidad o el sobrepeso

· El estrés

· Los trastornos hormonales, (hipotiroidismo o, diabetes)

· Abusar de alimentos ricos en grasas saturadas

· El abuso de alimentos ultraprocesados (bollería)

· Exceso de carnes rojas y procesadas

· La ingesta abusiva de bebidas carbonatadas

· Abusar del alcohol

· El hábito de fumar

· Abusar del azúcar

· El uso indiscriminado de edulcorantes artificiales, (sacarosa y sacarina)

· Disminución de los jugos pancreáticos o, enzimas digestivas

Diagnóstico:

Con un simple análisis en el laboratorio, es posible saber, en qué estado se encuentra nuestra flora intestinal, pudiendo así corregirla y anticiparnos a unas posibles consecuencias futuras.

Tratamiento:

La única manera de volver a equilibrar la microbiota intestinal, es a través de una dieta sana, aumentando el consumo de alimentos frescos y naturales, ricos en: antioxidantes, fibra y probióticos orales.

Eliminar las comidas mencionadas en el apartado anterior, como alimentos industriales, azucarados y/o ricos en grasas.

Evitar la ingesta de hormonas, protectores de estómago y antibióticos.

Conclusión:

La información al alcance de todos, en muchos casos, resulta dañina. Creemos que buscando en internet, encontraremos la panacea que curará nuestros males, ya que «San Google», lo sabe todo. Así, comenzamos automedicarnos y sin darnos cuenta, en vez de eliminar una enfermedad, la estamos empeorando y en muchos casos, creando nuevas patologías.

Es fundamental acudir a un especialista, que por norma general, basado en su diagnóstico presuntivo, nos mandará realizar estudios analíticos específicos, en laboratorios especializados y así, el médico, pueda recetarnos el mejor tratamiento.

En BIOMARO-LABS realizamos todas las pruebas.

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